Es un pequeño proyecto de investigación y tradición. Nuestros abuelos ya tenían una idea sobre esto. Sin encomendarse a ningún santo improvisaban un alambique y, a salvo de miradas curiosas, destilaban sus buenas cantaras del “aqua vitae”, a partir de los orujos del vino que habían elaborado.
domingo, 14 de octubre de 2018
El licor, sueño de una noche de verano en el taller Yáñez. Cientos de imaginaciones en los anaqueles de la vinateria yañez
No hay comentarios:
Publicar un comentario